La codicia de algunos descerebrados no conoce límites. Ni sociales, ni ambientales,
ni legales, ni morales.
La supuesta obra faraónica de hormigón no generará ni siquiera 400 Megavatios de mierda.
El equivalente a un parque eólico de 100 molinos, o una central termosolar cuadrada
de un kilometro de lado, que no necesitan desviar ningún rio, ni desalojar a
nadie, ni matar un montón de biodiversidad, y que se pueden montar y desmontar tan
rápido como se quiera, y en cualquier parte (incluso de forma distribuida y mas cercana
a los puntos de consumo).
En la información web sobre el proyecto El Quimbo, la empresa EMGESA dice
comprometerse «social y culturalmente con la comunidad» y adaptar sus
«estrategias empresariales a la preservación del medio ambiente». Nada más
lejos de la realidad. Para el proyecto hidroeléctrico se han sustraído 7500
hectáreas de la Reserva Forestal de la Amazonía.
Y desde el 6 de marzo, esta filial de las multinacionales española ENDESA e
italiana ENEL le propinará una puñalada adicional al corazón de la amazonía
colombiana. Ese día está programado comenzar el desvío del cauce del río
grande de La Magdalena. Arteria que recorre gran parte de Colombia, sirve al
transporte fluvial de personas y mercancías y garantizando la fertilidad de
los ricos valles que lo circundan en un serpenteante camino de 1.500
kilómetros. Todo el territorio tiene gran riqueza arqueológica, cultural
social e histórica. “La unión de muchas personas puede parar este proyecto”,
dice el professor Miller Dussan, allegado a la asociación de afectados por el
proyecto.
Deja de financiar a estos criminales
Y firma esta carta para paralizar este proyecto infernal
¡Que TU eres mucho mas importante de lo que te crees!