
Están pasando muchas cosas. Acabas de tener un bebé y ahora tienes que mudarte. Tu vida puede parecer un caos durante este tiempo, pero puedes hacer que la mudanza con un recién nacido sea más fácil. Aquí tienes algunos consejos de Bebés Victoria para empezar:
Crea una rutina y cúmplela
Los bebés necesitan una rutina y tú tienes que cumplirla. Si le pones un horario a tu bebé, podrás dedicarte a empaquetar y desempaquetar cuando esté durmiendo la siesta o cuando esté entretenido con tu pareja.
Ya que sabes que tu bebé necesita una rutina, crea una para ti y reparte las tareas de empaquetado y desempaquetado. No te precipites y, en lugar de intentar hacerlo todo en pocos días, tómate tu tiempo para hacerlo pieza a pieza. Al fin y al cabo, eres madre primeriza y deberías poder disfrutar de este tiempo.
Apóyate en la guardería
Si es posible, recurra al cuidado de los niños para que le ayuden, sobre todo el día de la mudanza. Ya sea un amigo de confianza, un familiar o una niñera, deje que otra persona cuide de su hijo mientras usted se muda. Puedes hacerlo incluso si necesitas un día para ponerte al día con el equipaje o simplemente para dormir y asegurarte de que tienes energía para la mudanza.
Haz la maleta del bebé
Sería un gran error empaquetar todas las cosas del bebé y olvidarte de dejar fuera las cosas que necesitas. Prepara una bolsa para el bebé que puedas llevar contigo a todas partes. Debería incluir provisiones para el bebé para al menos tres días, para asegurarte de que tienes suficiente comida, pañales, chupetes y otras cosas para la mudanza.
Si la mudanza es muy larga, puede que tengas que llevar provisiones para una semana o un mes. Lo último que quieres es llegar y no tener pañales cuando los necesites.
Desembala primero las cosas del bebé
Si etiquetas las cajas y embalas bien el camión, puedes descargar y desembalar primero las cosas del bebé. Si el cuarto del bebé se instala primero, te resultará mucho más fácil vivir en tu nueva casa mientras desembalas todo lo demás.
La habitación del bebé debe ser lo más parecida posible a la de tu antigua casa. Así te asegurarás de que el bebé esté contento y se sienta cómodo. Además, ten cuidado con los peligros que pueda haber en la habitación cuando montes la cuna y otros objetos.
A prueba de bebés
Antes de empezar a desembalar, tómate tu tiempo para poner la casa a prueba de bebés. Es mucho más fácil hacerlo cuando no tienes nada en casa que cuando la casa está llena de cosas. Mientras desembala, asegúrese de sujetar bien los muebles y otros objetos que puedan suponer un peligro para el recién nacido.